MERMELADA DE MORAS SILVESTRES

 

Esta es una de las mermeladas que más me gusta hacer, porque ello significa un paseo previo, para recolectar ese preciado fruto que nos ofrecen nuestros bosques.
Tenemos que aprovechar todos los recursos que nos ofrece nuestra madre naturaleza, respetando a todos los seres vivos que viven en ella, y también su entorno.
Hace una semana, estuve recogiendo moras silvestres, en esta ocasión fui con Alberto, y con mi amigo Mikel, que también se animó a coger para hacer su primera mermelada, que tengo que decir que no le salió nada mal.
Hoy os traigo esta rica mermelada, para unas tostadas, para rellenar bizcochos, cubrir tartas, o para comérsela a cucharadas!!








INGREDIENTES
2 Kg de moras
1 kg de Azúcar
Zumo de un 1 limón y  1/2 mediano
Pimienta

ELABORACIÓN

Las moras tiñen bastante cualquier cosa que tocan incluidas tus manos, asi que si puedes ponerte unos guantes para manipularlas mejor.
Las lavamos y escurrimos bien, quitando todos los posibles rabos y ramitas.
Las pesamos, y por cada kilo de fruta limpia, pondremos 500 gr de Azúcar.
Cubrimos las moras con el azúcar y añadimos el zumo de limón.
Damos unas vueltas, y dejamos reposar una hora.
Ponemos a fuego fuerte, hasta que empiece a hervir, y entonces lo bajamos a fuego medio. Ponemos unas vueltas de pimienta, que lo que hace es potenciar aún más el sabor de las moras.
Mientras hierve, vamos retirando la espuma que va apareciendo en la superficie con una espumadera.
Coceremos hasta obtener ese punto de mermelada deseado. Hay que tener en cuenta, que una vez que enfría, la textura siempre será más densa. Yo la tuve unos 45 minutos.
Trituramos, y todavía en caliente, pasaremos la mermelada por un colador para eliminar las pepitas, que desecharemos.
Si veis que llegado este punto, esta demasiado densa, le añadís un poco de agua y volvéis a poner al fuego hasta que hierva.
Ya tenéis vuestra mermelada lista para consumir, dejando que se enfrié, o bien en caliente, podéis esterilizarla en botes de cristal.
Una vez esterilizada en frascos y ya fríos, le pondréis una etiqueta con el nombre de la mermelada y la fecha, y también podéis ponerles unos pañitos de tela, como estos que me ha hecho mi amá para cuando hago mermeladas, y un lazo. Os quedarán más cucos.