Quiero escribir tantas cosas que tengo que contaos en el blog, e ir a tantos lugares, y hacer tantas recetas, que al final no me da la vida, y va pasando el tiempo y algunas cosas importantes solo van quedando en mis redes sociales, que estáis todos invitados a participar, Facebook, twiter, Instagram ,
Cuando estuve cocinando en el Salon de Gourmets de Madrid en un show cooking con mis amigos de QUESERIA LA ANTIGÜA, Aula de cocina en el Mercado de Ermitagaña, jurado de la Semana del Pincho de Navarra, Dar un Taller de cocina con queso nada más y nada menos que en San Sebastian Gastronomika de este año, Entrevistas en prensa y radio, Varios blogtrip a los que he asistido y que pienso contaos por partes, mi receiente elección como finalista en un concurso de Canal cocina, y en el que la semana que viene voy a grabar a los estudios de Chello Multicanal, al plató de Julius Bienert, en la final, (desearme suerte), un montón de recetas que se me van ocurriendo o voy recuperando entre medio y un montón de cosas más, que espero poder contaos aunque sea en un pequeño resumen, porque para mi de alguna manera, aparte de contáoslo a vosotros, me sirve como una especie de bitácora gastronómica dónde siempre puedes volver atrás y a través del texto y las fotografías, revivir de nuevo todo lo chulo que me está pasando, y que a veces va a tal ritmo, que no me creo todo lo he que estoy haciendo.
Asi que hoy no os contaré nada sobre ningún evento, sino que os traigo una sencilla receta, con un fruto muy muy de temporada, como son las castañas.
Esta receta tiene una pequeña historia, que os va a parecer graciosa, pero en el momento, yo me tiré de los pelos, y di unas cuantas pataletas en forma de rabieta de niña pequeña...
Mi intención en un primer momento, era hacer Marrón Glacé, a pesar del cuidado con el que tienes que trabajar las castañas, y el tiempo de elaboración, me hacía muchísima ilusión hacer mi propio marrón glacé.
Lo primero que tenemos que hacer es hacerles una rajita en la piel de la castaña sin traspasar la carne, y escaldarlas un poco para poder pelarlas sin que se rompan, hasta ahí todo bien... ahí estaba la Silbi, con mil kilos de paciencia y su kilo de castañas, una vez escaldadadas pela que te pela, que se me iba fatal la piel, y empezaba a desesperarme porque se enfriaban y todavía se le quitaba peor... Arggggghhhh!!!!
Estaba en el salón de casa, sobre la mesa pequeña con la tele puesta para que fuese más llevadero,.
A mitad del trabajo, cuando ya tenía perfectamente peladas unas 50 castañas, y mi paciencia empezaba a transormarse en impaciencia, y en voces en mi mente, que me gritaban a voces, que para que leches me había metido es semejante berenjenal, decidí ir a la cocina a hacerme una infusión de regaliz que me enacantan para subirme el ánimo, y así ver de otro color las puñeteras castañas...
Vuelvo con mi tacita en la mano al salón, y ya vi de otro color las castañas, ya... de color blanco... el fondo del plato donde había dejado las castañas que tanto sufrimiento me había costado pelar....
AAAAAAAAAAHHHHHHH!!!!!!!!!! Dónde están mis castañas???????
En el otro lado, sentado mirándome y relamiéndose mi Negu.... Te matoooooooooo!!!!
Hasta parecía estar riéndose mientras me miraba!!!!
No me lo podía creer!! Encima parecía estar esperando a que le pelase las demás!!
MORALEJA: No pierdas de vista un segundo castañas recién peladas, si tu perro Gourmet, como Negu, anda cerca...
Podia hacer el marron glacé con lás que me quedaban que era un poco menos de la mitad, pero mis nervios, mi humor y mi paciencia, habían activado el botón de GAME OVER...
Y que hice... pues cocer un poco más las castañas que me quedaban, y sin cuidado alguno, que me dio igual que se rompiesen, pelarlas y hacer una rica cremita de castañas!
Al final la solución no fue tan mala, no? Asi que darle las gracias a Negu por ser un perrito tan bueno, y comerse todas mis castaña peladas enteras y tan bonitas...
INGREDIENTES
400 gr de castañas
250 gr de azúcar
200 ml de agua
1 vaina de vainilla
ELABORACIÓNHacemos un corte en la piel de la castaña alrededor de ella, y las ponemos en agua hirviendo 8 minutos.
Todavía en caliente le retirais las dos capas de piel. Cocemos las castañas otros 10 minutos para que estén más blandas. Escurrimos y las trituramos hasta obtener una pasta.
En un cazo ponemos el agua, el azúcar, las semillas de la vaina de vainilla, que sacaremos abriéndola y raspando el interior con un cuchillo.
Llevamos a ebullición, y añadimos la pasta de castañas.
Bajamos el fuego y sin dejar de remover, para que no se nos pegue, dejaremos que hierva para que coja un poco de consistencia, hasta el punto deseado.
Dejamos enfriar y lista para hacer un montón de cosas. Flanes, rellenar bizcochos, tartas, canutillos, para hacer helado, natillas....ect
Que buena pinta la crema de casteñas, y que bonito Negu y además muy listo....No me extraña qu viviendo contigo sea un perro gourmet.
ResponderEliminarNo sabes bien lo listo que puede llegar a ser Ana!!!! A mi cada dia me sorprende más! ;)
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